martes, 5 de abril de 2016

La evaluación.

Viernes, 1 de Abril. 


Hay que empezar a pensar como profesores y quitarnos la idea de alumno. A los profesores no les gusta evaluar y, sobretodo, no le gusta que le evalúen.

En el anterior siglo se intentó buscar un método más objetivo para realizar la evaluación. La evaluación viene dada por número porque fueron los matemáticos los encargados de realizar esta nueva evaluación.  

El mayor de los problemas es que no se valora todos los aspectos, es decir, en un examen sacas un 5 y otro día sacas un 9.

Cuando uno sabe que va a ser evaluado muestro mucho más interés que si sabe que no le van a evaluar. La actitud es distinta.

Hay que diferenciar entre evaluación y calificación. La evaluación es una valoración de los hechos y la calificación es una nota final.

Lo más importante en una unidad didáctica son los objetivos, por consiguiente, tendremos que observar que se cumplen dichos objetivos. Estos objetivos tienen que ser muy precisos y escasos.

Se suele hacer una evaluación continuada donde al final se suman todas las notas y se realiza la media.

La evaluación formativa es donde se evalúa el proceso de aprendizaje más que el conocimiento final, en los métodos actuales se mezclan lo cuantitativo con lo cualitativo. Lo malo de esto es que cada niño tiene distinto ritmo de aprendizaje.

Tipos de evaluación:
1.      Interna, la que hace el profesor dentro del aula.
2.      Autoevaluación, se valora la autosuficiencia.
3.      Externa, un profesor distinto viene a realizar los exámenes. Únicamente se valora si ha aprendido los contenidos.
4.      Pares, evaluación que se hace entre nosotros.
5.      Clases paralelas, se intercambian los exámenes con la otra clase para evaluarlos.

Tipos de pruebas:
1.      Informales, se realizan a diario.
2.      Formales, los exámenes parciales.
3.      Observación en el aula.

Las cosas cambian en un segundo incluso de estar vivo a estar muerto.

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